La inestabilidad laboral es una constante, pero eres de las afortunadas y acabas de conseguir tu primer empleo. No te gustaría empezar con mal pie y estás dispuesta a todo por mantener el puesto, pero tampoco quieres ser de esas personas servilistas que le ríen todas las gracias al jefe y le hacen la pelota.
¡No hay problema! Sigue estos consejos, actúa con naturalidad, y seguro que te metes a tu jefe en el bolsillo sin necesidad de pasar por el aro del peloteo.
1- Muestra interés por lo que haces y disposición para colaborar. No olvides que tu futuro en la empresa depende de lo bien que ésta funcione.
2-Trabaja de forma eficiente, pero recuerda no sobrecargarte de tareas, ya que esto hará que disminuya tu producción y te llevará al agotamiento y al estrés.
3- Sé resolutiva y trata de buscar soluciones a los problemas que se presenten.
4- Muéstrate asertiva pero ofrece alternativas antes de dar una negativa. Por ejemplo, si estás hasta arriba de trabajo y no puedes con más tareas, en lugar de dar un ‘no’ tajante por respuesta puedes decir que lo harás en cuanto termines lo que estás haciendo o al día siguiente.
5- Enseña tu capacidad creativa. Comparte tu conocimiento y aporta a la empresa esas grandes ideas que tienes.
6- Mantén siempre una actitud de escucha activa.
7- Si tienes algún problema o hay algo que no te termina de gustar, háblalo directamente haciendo una crítica constructiva, manteniendo la calma y mostrando seguridad.
8- Mantener consersaciones fluidas y espontáneas con tus compañeros y con tu jefe te ayudará a ganarte su confianza y afecto.