El acné es una afección cutánea que causa inflamación de la piel, involucrando a los folículos pilosos y las glándulas sebáceas, y que se caracteriza por la aparición de comedones, pápulas, pústulas y nódulos que acaban dejando cicatrices.
El acné, que puede presentarse en forma leve o severa, aparece principalmente en la cara, aunque también lo puede hacer en la parte superior del tronco. Puede desarrollarse a cualquier edad, aunque lo más común es que se manifieste al inicio de la pubertad y durante el período previo a la menstruación. Afecta a personas entre los 12 y los 24 años. El 85% de los adolescentes la sufren y, a partir de los 20 años, prevalece más entre las mujeres.
Algunas variantes del acné son originadas por determinados climas, como el tropical; o por el empleo de determinados medicamentos o sustancias. El acné cosmético, por ejemplo, es un tipo de acné por contacto causado por la aplicación de ciertos productos cosméticos en la piel ricos en emolientes, como la vaselina, la lanolina o la manteca de cacao. Sin embargo, la herencia, el estrés, y la sobreproducción de seborrea por causas hormonales (menstruación, embarazo) suelen ser los principales factores que contribuyenten a desencadenar este problema.
¿Podemos prevenir y tratar el acné de forma natural?
- La alimentación nos puede ayudar a prevenirlo si hacemos una dieta baja en glucosa y azúcares refinados. Además, hay algunas frutas y verduras que nos pueden ayudar en su prevención, como las judías o el albaricoque.
- Mantente hidratada. El agua mantiene la piel saludable y acelera el proceso natural de regeneración. Bebe uno o dos litros de agua diarios.
- Evita el uso de cosméticos comedogénicos ricos en sustancias emolientes.
- A diferencia de lo que se creía hasta hace poco, la exposición a la luz solar empeora el acné a largo plazo y puede retrasar el proceso de curación. Evita exponerte al sol y aplícate a diario una crema con protector solar.
- Las infusiones de tomillo o menta tienen gran poder antiinflamatorio y bactericida que actúa contra las bacterias causantes del acné, por lo que las podemos emplear para limpiar suavemente nuestro rostro. Aplica la infusión con un algodón y deja actuar entre 10-15 minutos. Después aclara la piel con agua tibia.
- Lávate la cara con agua tibia y jabón neutro, de forma suave y nunca más de tres veces al día, ya que puedes irritar tu piel y agravar el problema.
- Mascarilla de bicarbonato de sodio
Mezcla una cucharada de bicarbonato con agua hasta obtener una pasta homogénea. Aplícate la mezcla sobre la zona con acné y deja actuar durante 10 minutos. Después, retira la pasta con agua.
Si notas la piel más irritada, debes dejar de usarla y optar por otros métodos.
- Mascarilla de limón
El limón tiene propiedades bactericidas.
Lava un limón, córtalo en rodajas y aplícatelo en la zona con acné (o exprímelo y aplícatelo con un algodón). Deja actuar 10 minutos y luego lava la zona con agua tibia y jabón neutro.
- Mascarilla de agua de rosas y limón
Prepara una mezcla a partes iguales de agua de rosas y zumo de limón. Aplica la mezcla con un algodón por la zona afectada y deja actuar 10 minutos. Después, lava con agua tibia.
- Si el acné te ha dejado cicatrices, el aceite de rosa mosqueta te ayudará a reducir las marcas si te lo aplicas una o dos veces al día.
- También el gel de aloe vera te ayudará a eliminar las cicatrices causadas por el acné. Aplícatelo sobre la piel, deja actuar 30 minutos y lávate luego con agua tibia.